El intendente Walter Chocobar dialogó con El Tribuno acerca del desarrollo de la localidad y de sus planes a futuro. “Hoy Molinos ha logrado ingresar en el itinerario de los turistas y avanzó en infraestructura urbana y de servicios. Ese es un gran paso hacia el futuro por el que trabajamos”, contó el jefe comunal.
¿Siente que hubo cambios profundos en Molinos?
Eso es algo que lo dicen los propios vecinos y noté que es la forma en que lo perciben desde afuera. He venido trabajando todos estos años en importantes obras de infraestructura, que nos han significado un gran salto en la calidad de vida de la comunidad. Eso sí, siempre cuidando nuestras tradiciones, nuestro casco histórico y poniendo en valor a nuestra gente. Molinos creció y se modernizó, sin perder su esencia y su cultura.
¿Cuáles fueron esos saltos significativos?
Piense usted que antes el edificio municipal era una antigua casilla de madera y que los niños y jóvenes solo tenían una canchita improvisada para jugar a la pelota. Hoy contamos con un moderno edificio municipal en el que funcionan diversas áreas que brindan servicios a los vecinos. Hemos construido además un enorme Complejo Polideportivo Municipal, con un diseño que permite realizar de los más variados deportes, gimnasio, etc, que no solo es un orgullo de Molinos, sino también de todos los Valles Calchaquíes. Sumado a que abrimos un Centro de Primera Infancia (CPI) que recibe a los niños y niñas de las familias del pueblo. El edificio cuenta con espacios, equipos y recursos humanos para brindar estimulación temprana, asistencia alimentaria y fortalecimiento familiar a más de 50 chicos entre seis meses y cuatro años de edad. Es decir, hay cosas como estas que le cambian la vida a la gente para mejor.
En materia de turismo, ¿ven resultados palpables?
Molinos hoy figura en el itinerario de los viajeros, cosa que antes no. Hemos venido fomentando el turismo, dando a conocer la localidad no solo a nivel provincial, sino también nacional. Gozamos de grandes atractivos naturales, de una cultura incomparable y de un pueblo con una calidad humana, que es un verdadero atractivo para quienes nos visitan. El turista queda encantado. Así comenzaron a desarrollarse hostales, hosterías, ferias y emprendimientos gastronómicos. Nuestras artesanías merecen un párrafo aparte, son una verdadera carta de presentación en el mundo. Logramos rescatar y poner en valor las técnicas ancestrales de hilado y tejido en telar, que un tiempo tendían a desaparecer. Hoy no solo se plasman en creaciones artísticas y prendas textiles de gran calidad, sino que también dan de comer a muchas familias. Vemos en el turismo una gran oportunidad para crecer. Pero no queremos crecer desordenadamente, es por eso que ponemos mucho el acento en la planificación. El pórtico de acceso se basó en un concurso provincial del que participaron prestigiosos arquitectos salteños. Queremos hacer las cosas bien. En ese camino bajamos microcréditos para que se pongan en marcha nuevos emprendimientos y se fortalezcan los que ya está en marcha.
¿La juventud tiene oportunidades?
Logramos habilitar carreras de nivel superior. Hace pocas semanas fuimos sede de una Feria Provincial de Ciencias, de la que participaron centenares de estudiantes de los Valles Calchaquíes y de otros puntos de la provincia. Siempre estamos apoyando a los jóvenes que deciden formarse aquí en Molinos o en universidades o terciarios de Salta Capital u otras provincias. Apuntamos a que los jóvenes se sientan orgullosos de su lugar y que su pueblo les brinde las posibilidades de formarse, de sentirse cómodos y de estar conectados con el mundo. En ese sentido, abrimos un punto digital que brinda conectividad, capacitaciones y acceso a las nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación. En síntesis, queremos que los jóvenes se sientan contenidos.