Sin turismo y con las actividades de ocio y entretenimiento limitadas o restringidas por la pandemia de coronavirus, desde marzo los feriados tienen otro sabor. El COVID-19 impide que los argentinos planifiquen una escapada de fin de semana u alguna actividad grupal en familia o con amigos. Los feriados los últimos meses se limitaron a solo una jornada de descanso. Un día más en nuestras casas.
En este contexto, el próximo lunes 12 de octubre se conmemora el Día del Respeto a la Diversidad Cultural, fecha en la que Cristóbal Colón llegó al continente americano en 1492.
Ahora bien, según el cronograma elaborado por el Ministerio del Interior, el 12 de octubre figura como “feriado trasladable”, sin embargo no lo será: tendrá efecto ese mismo lunes.
El interrogante surge de acuerdo a lo sucedido un año atrás. En 2019, el Día del Respeto de la Diversidad Cultural cayó sábado, pero en aquella oportunidad el Gobierno designó el lunes 14 como “Día no laboral con fines turísticos”.
Esto implicó que cada empleador definió si los trabajadores pudieron gozar de un día libre o no. Así lo establece el artículo 167 de la ley de Contrato de Trabajo: “El trabajo será optativo para el empleador, salvo en bancos, seguros y actividades afines, conforme lo determine la reglamentación”.
“En caso de optar el empleador como día no laborable, el jornal será igualmente abonado al trabajador”, agrega la norma, que establece que se abonará como cualquier otro día de trabajo.
Normalmente, en el sector público no suele haber actividad en los días no laborables. Un ejemplo del día no laborable son los jueves santos en abril, fecha en la que algunas personas no trabajan y otras mantienen sus obligaciones como cualquier otro día.
A mediados de julio, en medio de los momentos más estrictos de la cuarentena, se propuso convertir los feriados que quedan de 2020 en días no laborables para atenuar el impacto de la pandemia en la actividad económica. Sin embargo, nunca fue tratado en el Congreso de la Nación.
La iniciativa del diputado nacional de Juntos por el Cambio José Luis Patiño, apuntaba justamente a convertir en días no laborables los próximos cinco feriados: lunes 17 de agosto, Paso a la Inmortalidad del General Don José de San Martín, el lunes 12 de octubre, Día del Respeto a la Diversidad Cultural, el lunes 23 de noviembre, trasladable del 20 por el Día de la Soberanía Nacional, y el de fines turísticos del lunes 7 y martes 8 de diciembre a efectos del homenaje a la Inmaculada Concepción de María.
Entre los fundamentos del proyecto, Patiño argumentó: “Es importante destacar que dada la abrupta caída de la actividad económica en todos los sectores, resulta conveniente aprovechar el calendario para dinamizar la economía, sobre todo teniendo en cuenta que, debido al aislamiento preventivo y obligatorio, la actividad turística que originariamente se buscaba promover se encuentra restringida. Diversas estimaciones indican que cada día laboral equivale al 0,38% del PIB y, por otra parte, el costo laboral en días feriados, de acuerdo a la Ley de Contrato de Trabajo, se incrementa sustancialmente para aquellos que presten servicios en estos días. Dinamizar nuestra economía en este contexto resulta indispensable para paliar las consecuencias de la crisis económica que nos deja la pandemia”.
El legislador opositor sostenía que era “una buena oportunidad” para que comercios, profesionales y pymes “puedan abrir y producir sin los costos que implica hacerlo durante un feriado obligatorio”. Más allá de los argumentos, el proyecto quedó en la nada.