Según los peritos los celulares tenían “gran cantidad de cargadas” hacia Pablo Ventura, a quien acusaron falsamente de estar en la pelea de Villa Gesell.
Los peritos analizaron la información de los celulares de los 10 rugbiers imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell y encontraron gran cantidad de burlas y memes hacia Pablo Ventura, el joven que acusaron falsamente de estar en la pelea y que pasó cuatro noches detenido.
“Llamó mucho la atención la gran cantidad de cargadas que había hacia Ventura. Algunas eran de tiempo atrás”. Esto demostraría que el plan de acusar a Ventura fue premeditado. “Esto no les va a salir gratis porque mi pibe estuvo en cana”, aseguró su padre a los medios días atrás.
La División de Operaciones Técnicas de la Agencia Regional de la Policía Federal Argentina (PFA) Mar del Plata le entregó todo el material de los teléfonos a la fiscal Verónica Zamboni, quien está a cargo de la causa.
Son seis teléfonos iPhone, dos Huawei, un Samsung y un Motorola: en total son cinco terabytes de información, entre mensajes, audios, fotos y videos. Sin embargo, hay uno que falta: el de Ayrton Viollaz, acusado de partícipe necesario. No encontraron su celular en la casa de Villa Gesell que habían alquilado ni en los dos autos con los que habían ido de vacaciones.
Paradójicamente, uno de esos celulares pertenece a Pablo Ventura, a quien se lo arrebataron de la mano cuando la Policía lo fue a buscar a su casa de Zárate acusado falsamente de homicidio. Según se sospecha, fueron los rugbiers quien dieron su nombre cuando fueron a detenerlos la madrugada del crimen de Fernando Báez Sosa.
José María Ventura, padre de Pablo, aseguró que los rugbiers solían dar el nombre de su hijo cuando “hacían alguna picardía” y que creía que “ellos no sabían que Fernando había muerto, lo hicieron como una broma”. Sin embargo, eso quedaría desmentido por un mensaje que encontraron los peritos en el grupo de Whatsapp de los rugbiers detenidos: “No escriban más que lo matamos”.