Crimen en Puerto Deseado
El menor de 4 años asesinado el jueves pasado en Puerto Deseado fue despedido por familiares, amigos y vecinos quienes clamaron por justicia.
Una multitud de familiares y amigos se reunieron en Rosario de la Frontera para darle el último adiós a Santino Subelza, el niño de tan solo cuatro años asesinado en la playa Cavendish de Puerto Deseado durante el último fin de semana.
El cuerpo fue trasladado por la Gendarmería Nacional y escoltado por la familia Subelza, entre ellos María Mercedes que aún se recupera del abuso sexual que desencadenó en el crimen de su hijo más chico. Antes de partir a Salta, un numeroso grupo de vecinos le brindó el apoyo a la familia y le pidió disculpas por el calvario que vivió la familia salteña en Santa Cruz.
Luego de la celebración de la Santa Misa, Santino fue despedido entre aplausos y el grito de justicia, en medio de una gran consternación de las cientos de personas que se trasladaron hasta el sur de la provincia para acompañar a los Subelza.
María y Santino fueron atacados el jueves 20 de febrero cuando estaban de visita en Puerto Deseado, caminando en la playa Cavendish. Según consta en la investigación, dos hombres la amenazaron y obligaron a caminar hasta una cueva, alejada del lugar. Allí uno de ellos la abusó mientras su cómplice, un joven de 16 años, sujetaba a Santino y amenazaban con matarlo si hacía un paso en falso.
Después de abusarla la golpearon y dejaron inconsciente; cuando María despertó no encontró a su lado a su hijo que ya había sido asesinado y abandonado en el lugar. Por el hecho, dos jóvenes de 24 y 16 años permanecen detenidos luego que María los identificara en la rueda de reconocimiento.