Se unieron para donar tubos de oxígeno, termómetros y lámparas germicidas al hospital y la Policía de la localidad. Luego ayudaron a las familias que estaban aisladas y ahora tienen un nuevo objetivo.
«Molinos, manos solidarias» es el nombre de un grupo de siete amigos que se formó en pleno pico de casos de COVID-
19, en septiembre pasado, con el objetivo de ayudar a las instituciones de esa localidad y que estas pudieran brindar la asistencia suficiente a los habitantes.
«Conformamos el grupo el 17 de septiembre en el peor momento de la pandemia. Queríamos colaborar con el hospital J.A Fernández y la Policía de Molinos que tenían que prepararse para asistir más casos», explicó Ramiro Gutiérrez, quien se desempeña como preceptor.
En principio, se propusieron ayudar con los insumos. «Nos planteamos como meta donar tubos de oxígeno al hospital. Somos un grupo apolítico. Afortunadamente, enseguida vimos que la campaña iba resultando», contó.
Es así como el grupo pudo recaudar el dinero necesario para adquirir tres tubos de oxígeno, pero no tan solo eso, también lograron comprar cuatro termómetros infrarrojos y 10 lámparas germicidas que necesitaba el laboratorio del hospital para la desinfección de ambientes.
También consiguieron insumos de limpieza, antiparras de seguridad, máscaras faciales, barbijos y guantes.
El monto de dinero recaudado fue de $187.580, fondos que fueron destinados a la compra de los elementos, según detalló Gutiérrez.
Asistencia a familias
Posteriormente, con el dinero que juntaron y al ver las necesidades de la familias carentes de recursos, lograron comprar mercadería y armar bolsones alimentarios que fueron destinados exclusivamente a unas 15 familias que estaban en cuarentena.
Ramiro expresó que fue todo un desafío llevar adelante la campaña porque se les complicaba mucho poder reunirse para planificar las acciones. «Ya no nos podíamos reunir físicamente, entonces empezamos a hacerlo por la plataforma virtual Meet y coordinábamos», contó. Además de Gutiérrez, integran el grupo los docentes Alicia Arroyo, Jimena Gutiérrez, Viviana Chauqui; Berta Fabián y Federico Zuleta, quienes se desempeñan como empleados, y Marianela Morales, estudiante.
Los integrantes del grupo compartieron la satisfacción y alegría por los logros alcanzados. «Cumplimos nuestros objetivos gracias a Dios. Fue muy gratificante para nosotros poder ayudar a las instituciones y personas afectadas», dijo.
Destacó que «Molinos, manos solidarias» fue un nexo entre la población y las instituciones. «Fuimos lo más transparente posible, tal es así que nos manejamos con actas y fotografías de todas las donaciones. El medio principal de difusión fue nuestra cuenta de Facebook», indicó Gutiérrez.
En la red social plasmaron información e imágenes de todas las actividades que realizaban. Como en algunas fincas de Molinos no hay buena señal de celular ni internet, el principal medio de difusión fue la radio municipal. «Nos brindó una ayuda importante», reconocieron.
Agradecieron el haber recibido un gran apoyo de la gente, tanto de la localidad como de la capital salteña. «Fue impresionante la solidaridad. Al principio teníamos temor de las reacciones pero fue todo muy positivo», dijo Gutiérrez.
Si bien la campaña por el COVID-19 ya cerró, el grupo ahora está recolectando donaciones de zapatillas, ropa y juguetes para asistir a familias de la zona de fincas de Molinos, que viven a unos 80 kilómetros del pueblo. Planean visitar el lugar en unas dos semanas, aunque todo depende de que el clima acompañe y no llueva intensamente.
Los que deseen colaborar con esta nueva iniciativa pueden contactarse a la cuenta de Facebook «Molinos Manos Solidarias».
Credito. El Tribuno